La incertidumbre y la urgencia nos fuerza a sacar lo mejor de nosotros pero la comodidad y lo seguro hace que nos paralicemos y postergemos nuestros sueños.
No está mal pedir pero tenemos que entender si somos maduros con lo que pedimos, se que no tienes lo que deseas aún pero mientras tanto disfruta de lo que tienes.
No te lamentes de lo que has vivido y ni pienses morir a tu fe porque aún tu pasado tiene una razón de ser para que tengas una mayor comprensión de lo que Dios quiere hacer contigo.
La vida es una travesía y mientras menos equipaje lleves menos te cansaras, te comparte tres principios en que tu equipaje sea más ligero y así tener las fuerzas y llegar a tu destino.