El mundo de los adolescentes está lleno de sensaciones y experiencias nuevas, y no hay espacio para nimiedades como juntar la ropa o recordar sucesos insignificantes
Cuenta la leyenda que existen personas que se reúnen solo para estar juntos, sin involucrar comida o bebida. A los argentinos eso no nos pasa. Ni por la cabeza se nos pasa.
Empujar una puerta que abre hacia el otro lado nos deja como unos nabos delante de quienes están en el café/bar/restaurante... peor cuando hay más de una y las probabilidades siempre nos hacen elegir la equivocada