La Casa Vicens se localiza en el número 24 de la calle Carolines, en pleno barrio de Gracia, y es la primera obra importante que realizaría el joven Gaudí. El edificio desprende un aroma oriental y mudéjar, y sorprende por la excesiva decoración que recubre la fachada con espectaculares baldosas verdes y blancas, que puede tener su explicación en el hecho de que su propietario fuese un fabricante de baldosas. Gaudí proyectó estas baldosas estampadas, que se intercalan con el ladrillo rojo, inspirándose en las flores damasquinas que adornaban los jardines de la finca, iniciando con ello una etapa naturalista en la que el arquitecto tomaría como referencia para sus diseños elementos de la naturaleza. La decoración de estas baldosas otorgan a la casa un aire peculiar y un fuerte colorido, que hacen asemejarla a las construcciones árabes. Además de este estilo mudéjar, también se aprecian las formas de inspiración india y japonesa, como es el hecho de que los ángulos se escalonasen para evitar la rigidez clásica. La casa se remata con chimeneas y unas torres en forma de templetes. En su exterior puede contemplarse asimismo la magnífica reja de hierro calado con motivos vegetales, tan característica de la obra de Gaudí, quien la diseñó tomando modelos de barro de las vistosas hojas de palmito del jardín. La Casa Vicens ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y, a día de hoy, es propiedad del banco andorrano MoraBanc, que tiene previsto convertir el inmueble en una casa-museo y abrirlo al público tras una remodelación.
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