Viajamos para conocer y lo que vamos conociendo nos genera reflexiones, descubrimientos, ideas y asociaciones, que hacen que nuestra experiencia sea más profunda.Bienvenidos a este episodio de Bitácoras de viaje en el que Carlos Arturo Fernán
El viaje es, ante todo, una experiencia del propio vivir. Un propio vivir que nos saca de nuestra zona de comodidad: viajamos para que nos pase algo, no para regresar sin cambio; cuando viajamos, dice el escritor italiano Claudio Magris, lo hac
Viajar nos enriquece porque nos permite conocer maneras de ver el mundo diferentes a las nuestras, a través de una experiencia profunda que es, al mismo tiempo, sensorial, intelectual y espiritual.Por eso, durante este nuevo episodio de Bitác
El viaje es, por esencia, vida real, vida vivida. Y cuando va cayendo la tarde, uno no solo se siente más inclinado a soñar con los caminos recorridos sino que, quizá, cree también que puede transmitir a los demás el valor de caminar, de viajar
Cada uno de nosotros va por la vida abriendo senderos propios, siempre distintos de los de las demás personas, imposibles de volver a recorrer porque todos somos diferentes e irrepetibles. Viajar nos transforma interiormente porque nos permite
Con el viaje cambiamos de ideas, mucho más que de lugar. Pasamos de lo conocido a lo diverso, de lo monocromático a lo mestizo; comprendemos entonces que jamás percibimos totalidades, que jamás sabemos lo que es el mundo completo, sino que siem
Se viaja como se vive. Y, como la vida, el viaje no es un evento puntual: empieza mucho antes de que hagamos las maletas, desde que empezamos a imaginarlo y a prepararnos, y se prolonga por el resto de la vida a través de los recuerdos y de las
Viajar nos llena los ojos, el corazón y la mente. Nos permite agudizar los sentidos. Una experiencia con un profundo carácter personal, además de intensa e inolvidable, porque gracias al encuentro con los otros, nuestra vida se enriquece.El v
Viajar nos llena los ojos, el corazón y la mente. Nos permite agudizar los sentidos. Una experiencia con un profundo carácter personal, además de intensa e inolvidable, porque gracias al encuentro con los otros, nuestra vida se enriquece. El