¡BUENOS DÍAS! 
 
LA FUERZA QUE USTED NECESITA 
 
Cuando el Señor Jesús fue al Jardín del Getsemaní, el pensamiento de ir a la cruz y dar Su vida por los pecados del hombre, era algo muy fuerte.  Él sabía muy bien que había venido al mundo para eso.  Él estaba muy consciente de la agonía física que pasaría. La oscuridad espiritual que enfrentaría sería algo indecible.   
 
¿Dónde buscó el Señor Jesús fuerzas para enfrentar todo lo que le sucedió? Lucas 22.41, 42 afirma que “Entonces se separó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y empezó a orar: Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya”. El Señor Jesús oró sumisamente al Padre para buscar fuerza. Su gran y maravilloso consuelo fue la oración sumisa a la plena voluntad del Padre.  
 
¿Cuáles son sus luchas hoy?  ¿Qué le está derrumbando emocional y espiritualmente? ¿Qué siente usted que le está quitando el ánimo? ¿Cómo usted está lidiando con todas esas luchas? 
 
Jesús atravesó por dolores y luchas, pero nunca buscó cualquier solución fuera del Padre y de Su plena voluntad.  Entonces, Él espera también que usted haga lo mismo.  Él espera que usted abandone sus inútiles soluciones y vaya directamente hacia el Padre. 
  
Él también espera que usted no intente manipular a Dios para hacer las cosas a su manera.  El Señor Jesús sabe que lo mejor es la entrega sumisa; la rendición total.  Él sabe que el Padre que envía y permite los dolores tiene planes mayores y mejores. Mientras usted continúe resistiendo en ir hacia Dios y entregarse totalmente a Su voluntad, el estrés permanecerá.   
 
La fuerza que usted necesita para enfrentar los tiempos difíciles en su vida está en una sencilla y sumisa oración de entrega al Padre.  
 
¡Que tenga un Buen Día!