Cuando Juliana viajó a Alemania de intercambio, no se imaginó que aprendería más sobre sí misma y su relación con su mamá estando a miles de kilómetros de distancia de ella.
Se suben a un avión un costeño, un español y doscientos argentinos. El costeño arma el fiestón, el español se lo roba y los argentinos se quejan por todo y se creen los dueños del avión.Parece un chiste, pero no lo es. Este cacharro, más allá
Este es Sebastián Mendoza y, como él mismo dice, es un tipo suertudo. Hace unos años, Sebastián decidió dejar todo lo que tenía y aventurarse a explorar el mundo. Y todo comenzó, precisamente, porque se cansó de la “buena suerte” que le había t
Cuando uno sale del Colombia se lleva sus miedos en la maleta y poco a poco se va acostumbrando a la realidad del lugar donde vive. Puede que con el tiempo se sienta más seguro o, simplemente, que cambie sus viejos temores por otros nuevos, per
Como Julián, yo también crecí jugando cuca-patada en el patio del colegio, en el parqueadero del conjunto e, incluso, en la universidad. Para nosotros, la mayoría muchachos, era una forma de matar el tedio, de correr un ratico para despertarse