A las faldas del cerro del Tepozteco... observando las águilas volar en círculos, como la vez que la pipa con la sagrada sustancia entro en mi cuerpo , convirtiéndolo en etéreo, creo que nunca podré superar ese momento, habiendo pasado antes junto a los sembradíos de cañas , que despedían un olor a azúcar, mientras viajo por la carretera , a un par de años del inicio de este viaje , pensando que habrá más allá del punto sin retorno, de la inflexión de la materia, comprendiendo qué hay multiuniversos incluso dentro de nosotros, que estamos vivos, que todo vive , incluso los muertos, que todo gira al compás de la tierra y que la tierra misma lo hace a través de universo, que somos una espiral infinita, un fractal sin final, que va de lo macro a lo micro, para alguien como yo que se ha comenzado a cuestionar las cosas relacionadas a la vida hacer esto ya es una constante , una incesante , una inquietante, he comprado mi boleto para el viaje a la locura, me he armado de valor para ir tras la aventura, la búsqueda de la eterna felicidad, la que cada uno debe provocar , trata de tener el valor para ir tras ella, y ahora soy mujer luna ,mujer ave ,mujer cielo, mujer tigre,mujer pantera , mujer estrella, mujer que vibra , mujer que sueña, y también soy una de esas águilas que vuelan.