El divorcio produce un dolor emocional. El paso del divorcio del cual muchas personas tienen que dar, incluso en contra de su voluntad, es uno de los pasos mas difíciles.
Si no llegamos a tener Templanza en nuestras vidas, nos volvemos esclavos de nuestros apetitos y nos hacemos egoístas, porque nuestro deseo de placer estaría por encima del hacer el bien al prójimo.