En momentos de la vida queremos terminar con todo de una manera muy trajica pero pensemos que es mejor parar, y no perder el tiempo en cómo desasernos de nosotros mismos.
Inocentes sufrieron la masacre más sangrienta y dolorosa hace 20 años y sus memorias olvidadas yacen en la cancha de un municipio que nació y murió por los paramilitares.