Todos los seres humanos tenemos procesos en dónde podemos caer de muchas maneras, sin embargo estos procesos son necesarios para poder evolucionar. Cada vez que pases por un momento de vulnerabilidad date oportunidad de vivirlo sin resistencias, sin huirle al dolor, y haciendo frente a lo que te toca vivir. Cuando te rindes por completo y dejas del controlar tus emociones, es cuando la magia sucede, es cuando das tu salto de fe y te sorprenderás lo que te va a suceder.