Al aceptar nuestra realidad, también reconocemos que tenemos mucho más tiempo para hacer muchas cosas que siempre habías querido hacer, pero que no podías por falta de tiempo. Ahora si lo tienes, valorarlo más y aprovecharlo para una reingenieria de tu persona, valorar lo que tienes, disfrutar de tu familia y seres queridos, hacer ejercicio, meditar, reflexionar, crear, realizar artesanías, cultivar tu sabiduría, divertirte con juegos de mesa, orar y tener buenas conversaciones. Recupera a tus amistades, usa tus redes sociales para aumentar tus vínculos y mejorar tus relaciones. Hay mucho que hacer, tienes ahora una valiosa oportunidad. No la desperdicies con preocupaciones y desesperación. Aprende a estar tranquilo y a mantenerte sereno.