La primera vez que me rompieron el corazón, allá lejos y hace tiempos cuando solo era un niño de 12 años que no tenía idea de la vida. Ahora tampoco la tengo, pero voy aprendiendo.
No teníamos entradas, pero teníamos el destino decidido. De una forma u otra, íbamos a ver al Leeds. De alguna manera, nos íbamos a cruzar en su camino.