En esta ocasión, Victor Hugo recordó al violinista polaco-argentino, Szymsia “Simón” Bajour, hijo de inmigrantes quien despertó su vocación por la música a través de la fascinación por el violín gitano y desde su niñez demostraba un notable talento, llegando a dejar una notable en el tango argentino y un enorme reconocimiento a nivel internacional.

Poco antes de la guerra mundial sus padres emigraron hacia la argentina donde Simón llego a desempeñarse junto las principales figuras del tango como Troilo, Franchini, Di Sarli, Caló y Pugliese entre otros, hasta que se estableció un gran vínculo con Piazzolla convirtiéndose en el primer violín del Quinteto Nuevo Tango y responsable de la grabación original de Adiós Nonino.

Posteriormente decidió abandonar la argentina para incorporarse a la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba para colaborar con la revolución desde la música y fue incorporado a las listas negras durante la dictadura de Videla por su orientación ideológica.