Siempre ha habido listillos que venden a su abuela con tal de conseguir dinero, o timadores que prometen ganancias inmensas sin esfuerzo aparente... Aquí ponemos en la mesa los nuevos chanchullos al margen de la ética, prácticas de dudosa moral y que hacen que incrédulos como cualquiera de nosotros, caigamos como tontos.