Todo tiene su final, algunas veces es alegre y otras no tanto. ¿Qué caso es este? Bueno, eso dependerá de cada uno. Para nosotros éste es un momento triste, por supuesto, pero nos alegra enormemente saber que lo que hemos hecho en estos siete años de duración ha llegado a servir para que algunas personas pasen un buen rato escuchando nuestras idas de olla, chistes malos y demás gilipolleces.

Sí, Kafelog acaba aquí. Éste es nuestro episodio final, el cual no hemos querido demorar más y puede que pille por sorpresa a algunos de vosotros. Os pedimos disculpas si es así, pero también os damos las gracias desde lo más hondo de nuestro corazón. Tanto si nos llevas escuchando desde el primer episodio como si éste es el primero que escuchas (también es mala suerte) has sido una parte fundamental para que el recorrido de Kafelog haya durado todos estos años, que nosotros lo hayamos pasado en grande delante del micro para contar lo mejor posible lo que queríamos contar y que, en definitiva, todos lo hayamos pasado bien en esta aventura.

Nos habéis dado la vida. Esperemos que en respuesta, por lo menos os hayamos robado una sonrisa.

Un abrazo y hasta siempre.

Que hemos vuelto, WIIIIIIIIIIII