En esos momentos en que la vuda cotidiana nos desafia, poder volver a mi propio centro sagrado, esa llama ininmutable que nos recuerda que somos mucho mas que eso que sucede en este plano.
Muchas veces tenemos miedo al miedo y ni siquiera queremos verlo. Observemoslo y abracemoslo, agradezcamosle que algo nos esta regalando para aprender!