Cuando iniciamos el análisis del árbol genealógico, vamos a encontrar en algunas ocasiones que hay un lado, el materno o el paterno, del cual no tenemos suficiente información, o bien, dentro de esta familia nadie quiere hablar de lo sucedido.
Es más común de lo que creemos, que callen, que mientan, oculten sufrimientos pasados, tales como muertes, accidentes, abusos, fraudes, etc.
Cuando callamos y guardamos este secreto lejos de anularlo, le estamos brindando fuerza y nuestro sistema lo hereda como historias y dramas ocultos que nosotros les llamamos “fantasmas”, porque son situaciones que nos atormentan al día hoy.
Esto es un término muy utilizado desde Freud, quién postulaba que algunas enfermedades tienen detrás una historia oculta. Luego Nicholas Abraham y María Torok, descubren que hay un heredero de la personalidad del muerto. Hay un ancestro que fallece y otro nace. Después de un fallecimiento habrá un afán de sustituir al muerto.
Este es lo que llamaremos el Yacente.
Ahora aprenderemos a calcular de quién somos Yacentes.