QUEBRANTAR EL ESPÍRITU: Este término lo aprendí cuando junto a mi hijo Iker, investigamos sobre los elefantes. Cuando son tomados en cautiverio son sometidos al quebrantamiento de espíritu donde los domestican/maltratan para que sean dóciles y se sometan a la autoridad de su entrenador. Este proceso violenta el carácter del animal, destruye su propósito y lo anula. 

Nosotros podemos hacer lo mismo con nuestros hijos. Minar el diseño divino con el que nacen y convertirlos en sellos de goma. 

¿Hasta que punto como padres estamos destruyendo el carácter de nuestr@s hij@s? 

¿Qué podemos hacer para corregir y disciplinar sin dañar ese diseño? Te cuento en este podcast.

GRACIAS por escucharme, estoy a tus ordenes:

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