Yo pienso que una de las habilidades más importantes que podemos desarrollar es la de hacer buenas preguntas. Como dice la frase, la calidad de tus preguntas determina la calidad de tu vida, y yo inconscientemente he dedicado años a entender cómo hacer estas buenas preguntas.

Existen tres grandes aprendizajes que he destilado a partir de más de 260 entrevistas. Entrevistas cuya postproducción toma horas, sin mencionar el tiempo dedicado a su preparación.

En cada conversación, he buscado descubrir no solo la respuesta evidente, sino también aquellas capas más profundas de conocimiento y sabiduría. La habilidad de preguntar con intención ha sido mi brújula en este viaje, permitiéndome desentrañar ideas y perspectivas únicas.

Al mirar hacia el futuro, espero seguir perfeccionando esta habilidad y compartir el fruto de estas conversaciones con aquellos que buscan expandir su comprensión del mundo. En última instancia, creo que las buenas preguntas no solo enriquecen nuestras vidas, sino que también son el punto de partida para el crecimiento personal y la conexión significativa con los demás.