El diablo quiere hacerte dudar de Dios y de Su palabra para debilitar tu fe, pero tú no estás destinado a la derrota, sino a la victoria en Cristo Jesús. Cuando eres fiel y consagrado, hay arcos de protección de parte de Dios a tu vida.  Esta es la estrategia de guerra que debes seguir para contrarrestar lo que el diablo está diciendo:  Haz silencio. No seas un vocero del diablo, se vocero de Dios. Si tienes un mal reporte, no lo divulgues, habla fe y no temor. Los tiempos más oscuros de tu vida, se convertirán en los mejores tiempos.  Deja de escuchar rumores de malas noticias, el diablo siempre juega con la mente, ¡no comas cuento, come Biblia!, tú tienes un pacto con Dios y mayor es el que está en ti, que el que está en el mundo. El diablo te incita a pecar y luego te señala por tu pecado, él es el acusador de los hermanos, pero Jesús es nuestro redentor.  Recuerda, si te arrepientes de lo que hiciste, no tienes que pagar las consecuencias, ya Jesús las pagó en el calvario.   Lleva las cartas al altar. Trae al altar tus peticiones, cuando oras, Dios abre los cielos y te da la victoria.  No argumentes con el diablo y espera en Dios (Lamentaciones 3:26), ¡Todo va a estar bien!

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