¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. Salmo 73:25-26 NVI
Todos tenemos cosas en nuestra vida que necesitan ser cambiadas. Tal vez podemos pensar erróneamente que el camino por el que andamos es el correcto. En realidad todos deberíamos someternos a un Examen profundo.