Mientras Sancho y Don Leandro tratan de negociar algunas concesiones, Alvar hace acto de presencia para dejarle las cosas claras al violento noble castellano.
Tras dos días desde la llegada de Don Alvar a la Abadía, por fin se lleva a cabo el enterramiento del Abad. Recuperar el misterioso crucifijo no será tarea fácil, ni plato de buen gusto.
Alvar y Don Leandro se reúnen en una celda y mantienen una conversación bastante acalorada. Más tarde Alvar e Isabel, se reencuentran en la iglesia durante la misa en memoria de don Rafael, tras dos décadas de distanciamiento