Sin excepción alguna todos seguimos algún patrón de conducta, repentimos el guión de alguien más, y no hay nada de malo en ello, ya que nos ayuda a identificarnos, encontrarnos y ubicarnos dentro de nuestra sociedad de manera más fácil. Pero hay algunas veces en las que convertimos a estos patrones en poderosas cadenas, los dotamos de un adictivo poder tan fuerte cómo el que causa el más delicioso vino, los mejores cigarros o la más cara droga. En este nuevo episodio de "psicología simple" hablaré sobre una teoría propia que quizá te pueda llegar a ser útil. "Gracias por compartir y sigueme en Facebook, recuerda que ahí puedes encontrar la transcripción de cada uno de los episodios y enviarme tu sugerencia de un tema del que te gustaría que hable, espero seguir creando contenido que te continue agradando".