Existen dos dimensiones del ser humano que presentan grandes semejanzas y que son la ética y la religión. Ambas se ocupan de proporcionar al ser humano elementos como son: normas, reglas, mandamientos, etc., para ayudarle a vivir de la mejor manera posible consigo mismo y con los demás. Sin embargo a pesar de tener grandes semejanzas no se pueden diluir una en la otra o confundirse, porque presentar algunas diferencias. La ética se ocupa de lo universal y la religión de lo singular; la ética es horizontal e inmanente, la religión es vertical y trascendente. Un ser humano puede llevar una excelente vida ética y no creer en Dios; sin embargo un creyente (nos referimos en particular al judeo-cristianismo) no puede decir que cree en Dios sin llevar una vida ética. La ética “acerca” a Dios a través de un comportamiento humano correcto y digno, pero es decisión del ser humano dar el “salto de la fe”.