Para los adolescentes, es mucho más fácil comenzar a fumar que dejar de hacerlo. Este podcast señala que si bien la mejor manera para evitar que los adolescentes se vuelvan adictos a la nicotina es que nunca comiencen a fumar, los padres de los jóvenes que ya fuman deben hablarles de los peligros del tabaco y consultar con un proveedor de atención médica sobre la forma en que pueden ayudar a sus hijos a dejar esta mortal adicción.