Pocas veces al año nos sentamos Ele y yo, a platicar de cosas que nos vuelan la cabeza. Nunca pensamos que un micrófono sería testigo de aquellas largas tardes que empiezan con un simple “Cómo estás?”. Este episodio se grabó sin guión y con mucho corazón para ti, esperando que lo disfrutes tanto como nosotras. (Una cosa: perdón y por favor, ignora la mala edición de audio. Todavía no soy buena en eso).