Viajar es una de las cosas en la que nos encontramos la mayoría de los seres humanos, es algo que disfrutamos, conocer nuevas culturas, probar nuevas comidas, aprender nuevas formas de vivir. Viajar alimenta el alma, nuestro interior, porque también nos ayuda a hacer un viaje interno y aprender muchas cosas acerca de nosotros. Para algunos es un hobby, para otros una necesidad, ​para muchos ver sus sueños convertirse en realidad. El mundo es enorme para quedarnos parados en el mismo lugar.

Viajar nos saca muchas veces de nuestra zona de confort y de vidas estructuradas, nos permite explorar nuevas visiones de las cosas. ​Viajar nos invita a soñar, recrear fantasías, el placer de imaginar que nuevo sitio descubrir, la alegría de conocer personas de otros orígenes y, sumado a esto la emoción de probar nuevos sabores, es algo que no tiene precio. Por suerte, cada día la gente está cambiando su idea de felicidad en el consumismo de objetos, por la idea de invertir más su dinero en experiencias, que dejan mucho más aprendizaje para nuestro día a día.

Viajar se siente como una recarga de energía positiva desde el momento que se planifica el viaje, que nos figuramos el lugar en el que nos vamos a quedar, que vamos a hacer, cuantos días vamos a estar, que viajes vamos a hacer por avión, por carretera, más las aventuras que nos esperan de las cuales no tenemos idea. ​Las emociones, adrenalina que recorre por nosotros es sensacional ya que nos transporta a lugares increíbles y. muchas veces soñados. Explorar las ciudades caminando es una de mis experiencias favoritas porque se descubren tesoros que es difícil encontrar en un tour guiado.​"Las ciudades son libros que se leen con los pies" una frase que alguna vez leí y quedó grabada en mi memoria.

La clave de la felicidad creo que en parte está en las buenas experiencias y recuerdos que atesoramos.

Hay muchas cosas que ganamos al viajar:

Salir de la rutina
Conocer nuevos lugares
Compartir las aventuras de viajes con familiares o amigos.
Acumular nuevas experiencias
Conocer nuevos sabores.
Genera más confianza en ti mismo
cuando viajamos en solitario nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos.
Las personas que viajan con más regularidad se adaptan con más facilidad al cambio
Viajar nos permite ampliar nuestra visión del mundo y de otras culturas, y ser más abierto a otras formas de vida.

Viajar es algo que nos llena de energía interna, desconectar, mejorar nuestros pensamientos y en consecuencia nuestra salud física. La próxima vez que quieras un par de zapatos más, piensa si no es mejor ahorrarlo para la próxima experiencia que quieras vivir. ​Viajar es invertir en Felicidad!!! así que, Menos vueltas a las cosas y más vueltas al mundo!!! y recuerda siempre que Todo el mundo sonríe en el mismo idioma 😁

Abrazos

Liz