Un rescate es caro y los rescatista rescatemos sin esperar nada a cambio. Pero pudiéramos hacer mucho más, si la gente entendiend lo que conlleva el rescate y pone su granito de arena.
Muchas veces sucede que las personas deciden abandonar un perro o botar los bebés recién nacidos de una gata. Ésto no sólo es una barbaridad sino es penado en Nicaragua por la Ley 747.