Dios te bendiga de manera especial. Este es el día que Dios ha hecho, nos alegraremos y gozaremos en su presencia. Es maravilloso volver a encontrarnos en esta experiencia de reflexión en voz alta; dando gloria a Dios porque Él ha sido bueno con nosotros. Nos hemos acercado al texto bíblico para conocer los nombres de Dios. Y a lo largo de esta jornada hemos tratado de mirar desde una ventana, aunque pequeña; la grandeza, la dimensión profunda del carácter y la esencia de Dios mismo. A lo largo de la Biblia a través de cada una de estas experiencias, humanas y celestiales el nombre de Dios habla por sí mismo. Por eso hemos escuchado, y hemos visto y hemos dado testimonio de Jehová Yiréh; hemos dado testimonio de Jehová Shalom... Y tantos otros nombres que de alguna manera manifiestan la intervención de Dios la experiencia humana. Pero la más grande manifestación de Dios entre nosotros fue encarnada. Y es ese nombre, que ha sido dado sobre todos los nombres... Y que en el nombre poderoso de Jesús de Nazaret se dobla toda rodilla; de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Hechos capítulo 4 versículo 12 dice: "...que no hay otro nombre... dado a los hombres, en que podamos ser salvados". Ese es Cristo Jesús y en Él, en ese dulce carpintero de Nazaret, se cumplen todos los nombres de Dios. Se cumple toda la manifestación poderosa del Dios invisible en la expresión visible y amorosa de Cristo. El día de hoy nosotros queremos celebrar ese nombre, Cristo Jesús de Nazaret. Ese Jesús cuyo nombre significa salvación. La expresión misma del amor de Dios hecha carne. Yo creo que el día de hoy todos nosotros tenemos la oportunidad de exaltar ese nombre, qué es sobre todo nombre. Vamos alegrarnos en Él... Vamos a encontrarnos con Él... Vamos a declarar en el día de hoy la belleza del nombre de Jesucristo. Qué hermoso que el día de hoy podamos celebrar esto. "Porque en el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios". Ese es el testimonio de un hombre llamado Juan. Que definitivamente se encontró con esa luz verdadera, que alumbró a todos los seres humanos y que a través de esa luz todos nosotros hemos sido salvados. Así que en el día de hoy podemos decir... que no hay otro nombre como el de Jesús. Y aquel verbo, aquella palabra que se hizo carne y hábito entre nosotros. Podemos testificar que vimos su gloria, gloria como la del unigénito del Padre, llena de gracia. y de verdad. Señor, hoy queremos acercarnos a ti de manera humilde, hermosa, amorosa para decirte: "tú eres nuestro Dios" "tú eres nuestro Señor" "te amamos profundamente". Gracias Padre eterno porque te revelaste a nosotros de manera cercana. Dejaste tu trono de gloria y te hiciste hombre y habitante entre nosotros para que podamos tocar de cerca tu bondad, tu amor infinito y podamos abrazar tu salvación. Jesús de Nazaret ten misericordia de nosotros, ten misericordia de aquellos que todavía no te conocen. Te pido Dios que revela es tu nombre a cada una de esas personas. Señor amado que hoy todavía están ciegas y sordas y su cuyos corazones están endurecidos. Que hoy podamos, aleluya, testificar la grandeza de tu luz. Maravilloso nombre, el nombre de Cristo. Dios Todopoderoso que entre nosotros habitas por tu espíritu. Gracias por esta maravillosa bendición. Nos ponemos en tus manos Señor. En el nombre poderoso de Cristo, amen.