El viejo y la muerte Entre montes, por áspero camino,tropezando con una y otra peña,iba un viejo cargado con su leña,maldiciendo su mísero destino.Al fin cayó, y viéndose de suerteque apenas levantarse ya podía,llamaba con colérica porfíauna,
Los navegantes.Lloraban unos tristes pasajeros,viendo su pobre nave combatida de recias olas y de vientos fieros, ya casi sumergida, cuando súbitamente el viento calma, el cielo se serena,y la afligida gente convierte en risa la pasada pena.
Portal de poesía: Samaniego II5La zorra y la gallinaUna zorra cazando,de corral en corral iba saltando.A favor de la noche en una aldeaoyó al gallo cantar. ¡Maldito sea!Agachada y sin ruido,a merced del olfato y del oído,marcha, llega. y oliend
A la orilla de un pozo,Sobre la fresca yerba, Un incauto Mancebo Dormía a pierna suelta. Gritóle la Fortuna: «Insensato, despierta; ¿No ves que ahogarte puedes, A poco que te muevas?Por ti y otros canallas A veces me motejan, Los unos
A un panal de rica mielDos mil Moscas acudieron,Que por golosas murieron,Presas de patas en él.Otra dentro de un pastelEnterró su golosina.Así si bien se examinaLos humanos corazonesPerecen en las prisionesDel vicio que los domina.Fá
Cantando la CigarraPasó el verano entero, Sin hacer provisiones Allá para el invierno; Los fríos la obligaron A guardar el silencio Y a acogerse al abrigo De su estrecho aposento. Viose desproveídaDel preciso sustento: Sin mosca, sin
Presa en estrecho lazo La Codorniz sencilla, Daba quejas al aire, Ya tarde arrepentida. «¡Ay de mí miserable Infeliz avecilla,Que antes cantaba libre, Y ya lloro cautiva! Perdí mi nido amado, Perdí en él mis delicias, Al fin perdilo t