Hacer que suceda depende de cada uno de nosotros, pero a veces no sabemos cómo podemos hacer que eso que queremos suceda. Así que necesitamos conocer herramientas efectivas, fáciles y que den los resultados esperados. ¿Qué tal Un curso de Milagros?

En el mismo libro dice en su página 521 “Este curso es un comienzo, no un final (...) Ya no se asignarán más lecciones específicas, pues ya no son necesarias. En lo sucesivo, oye tan solo la Voz que habla por Dios... Él dirigirá tus esfuerzos, diciéndote exactamente lo que debes hacer, cómo dirigir tu mente y cuándo debes venir a Él en silencio, pidiendo Su dirección infalible y Su palabra certera.”.

Para hacer que las cosas sucedan tienes que entender, de acuerdo al curso de milagros, que todo es un sueño. Que vives en un sueño en donde existe el miedo, la separación, la enfermedad, la carencia y la muerte.

Para lograr cambios profundos debe hacerse un cambio de mentalidad, no de conducta, los cambios conductuales no llevan a ninguna parte, pero los cambios mentales ¡Sí!. Pero para que eso ocurra tienes que DECIDIRLO.

¿Estamos separados?

Durante años se creyó que estábamos separados y de alguna manera lo seguimos creyendo.

Esta creencia surgió en 1887 cuando Michelson y Mosley declararon que, si realmente hubiera algo que lo conectara todo, ese algo debería de moverse y ese movimiento debería de ser detectable. Como no pudieron detectar y medir el movimiento debido a los aparatos de la época declararon “todo está separado”.

No es sino hasta 1996 que, al repetirse el experimento, la revista Nature publica “Relatividad especial” en donde se detectó por primera vez movimiento en el campo. El “campo” no es otra cosa que la energía que todo lo une, y en la cual cada uno de nosotros nos encontramos inmersos.

Muchos lo llaman también Matrix, sin embargo, yo prefiero denominarlo” Caldo Cuántico”.

Aprende a Decidir

Como quiera que desees llamarlo, lo cierto es que tus decisiones no solo te afectarán a ti, sino a todos los demás dentro de este campo.

Muchas veces tomar decisiones parece algo difícil, por no tener práctica, o por miedo a asumir la responsabilidad que esto conlleva.

Partamos de que todos tenemos dos sistemas de pensamiento: uno que proviene del ego y otro que proviene del espíritu, la decisión se basa en cuál escuchar.

Si escuchas el ego, escuchas creencias, memorias, conceptos. Si escuchas al espíritu, estás en el aquí y el ahora, sin juicios. . En el espíritu no hay ni memorias ni creencias. Simplemente es y lo que tiene es amor.

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